Salmo 125
¡Haz que cambie nuestra suerte!Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos pareció que estábamos soñando.
Entonces nuestra boca y nuestros labios
se llenaron de risas y gritos de alegría;
entonces los paganos decían:
"¡El Señor ha hecho grandes cosas por ellos!"
Sí, el Señor había hecho grandes cosas por nosotros
y estábamos alegres.
¡Señor, haz que cambien de nuevo nuestra suerte,
como cambia el desierto con las lluvias!
Los que siembran con lágrimas,
cosecharán con gritos de alegría.
Aunque lloren mientras llevan el saco de semilla,
volverán cantando de alegría,
con gavillas de trigo entre los brazos.
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