jueves, 31 de diciembre de 2015

Il Divo - Hallelujah (Alelujah, Aleluya)



Un soldado a casa hoy regresó,
y un niño enfermo se curó,
y hoy no hay trabajo en el bosque de la lluvia.

Un desamparado se salvó
por causa de una buena acción,
y hoy nadie lo repudia, aleluya.

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.

Un ateo que consiguió creer,
y un hambriento hoy tiene de comer,
y hoy donaron a una iglesia una fortuna.

Que la guerra pronto se acabará,
Que en el mundo al fin reinara la paz,
Que no habrá miseria alguna, aleluya.

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.

Porque la norma sea el amor,
y no gobierne la corrupción sino
lo bueno y lo mejor del alma pura

Porque dios nos proteja de un mal final,
porque un día podamos escarmentar,
con que acaben con tanta furia, aleluya.

Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.

Salmo 95 - Gustavo Salamín



Salmo 95, 1-4, 11-13.


R/ Hoy nos ha nacido el Salvador,
el Mesías, el Señor.

Cantemos al Señor, un canto nuevo;
que le cante al Señor toda la tierra,
cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.

Proclamemos su amor día tras día;
su grandeza anunciemos a todos los pueblos,
de nación en nación todas sus maravillas. R/.

Alégrense los cielos y toda la tierra:
retumben los mares y el mundo submarino;
salte de gozo el campo y todo cuanto encierra,
manifiesten los bosques regocijo eterno. R/.

Regocíjense todos ante el señor;
porque ya viene a gobernar el orbe:
justicia y rectitud serán las normas
con las que rija a todas las naciones. R/.


martes, 29 de diciembre de 2015

Llega la Lluvia de Bendiciones

























La invitación es hoy, martes 29 de diciembre, para asistir a la lluvia de bendiciones, un encuentro con el Señor de la Vida, su hijo Jesucristo y su Espíritu Santo. La cita es esta noche en la Plaza de Banderas del barrio Minuto de Dios a las 6:00pm, entrada libre.

En esta ocasión el sacerdote de la renovación carismática José Eugenio Hoyos, reconocido como un padre con el don de la sanación. Será una noche de adoración, oración y alabanza, con el ministerio de música de Carisma Verde.

Una hermosa manera de darle gracias a Dios por todas las grandes bendiciones que nos ha regalado este año 2015, y consagrar desde ya, el año nuevo, para que su voluntad, misericordia y amor se manifieste en nuestra vida, en nuestra familia, el país y el mundo.

Malaquías 3,8-11

Traed vuestro diezmo al tesoro del templo y así habrá alimentos en mi casa. Ponedme en eso a prueba, a ver si no os abro las ventanas del cielo para vaciar sobre vosotros la más rica bendición. No dejaré que las plagas destruyan vuestras cosechas y vuestros viñedos. Todas las naciones os llamarán dichosos, porque tendréis un país encantador.” Yo, el Señor todopoderoso, lo he dicho.

12 Pasos para orar en Familia Carismática

Padre José Eugenio Hoyos


Cuando oramos en comunidad y en grupos están dando resultados positivos en la Sanación, Unción, Intercesión y Liberación. Podemos hablar con más libertad y seguridad que se siente un Cristo vivo realizando milagros y prodigios en todas partes del planeta. Solo Él nos pide ser perseverantes en la oración y aumentar más la Fe....

Recomiendo los siguientes pasos:

1. Comenzar orando invocando que fluya el Espíritu Santo
2. Aclarar la mente tomando unos minutos en silencio
3. Traer a esa mente el rostro de Jesús y mirarle fijamente a sus ojos
4. Tomarse las manos fuertemente para orar
5. Comenzar la oración pidiéndole perdón a Dios por cualquier pecado cometido
6. Pedir por nuestra necesidades
7. Comprometernos a cambiar nuestros errores
8. Confiar en que todo lo pedido se cumplirá
9. Expresar a Cristo cuanto lo aman
10. Dar gracias a Dios por todo y por todo
11. Alzar y mover nuestras manos y cuerpo en la alabanza para sentir el “RUAH” (Soplo de Dios)
12. Finalizar la oración con un gran abrazo


Fuente: Padre Hoyos Blog

lunes, 28 de diciembre de 2015

Poema: Nada te turbe -Santa Teresa de Jesús


Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.

La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.

Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.



Mina - Nada Te Turbe




domingo, 27 de diciembre de 2015

Oración por las familias

Adorado Señor Jesús, me arrodillo ante tu santa imagen, con sentimientos de la más profunda gratitud por todos los beneficios, y del más ardiente amor por tu bondad. Te consagro, divino Rey, por medio del Corazón Inmaculado de María y bajo el poderosos patrocinio de San José, toda mi familia. Sea mi hogar como el de Nazareth, el asilo del honor y de la paz doméstica. Que seas tú el modelo de mi conducta y el celoso protector de mis intereses materiales y espirituales.

Te consagro, Amado Jesús, todas las pruebas, todas las alegrías, todos los acontecimientos de mi vida de familia, y te suplico que derrames especiales bendiciones sobre sus miembros, presentes y ausentes, vivos y difuntos. Los confío para siempre a tu Divino Corazón.

Te ruego también por todas las familias del universo; protege la cuna de los niños, la escuela de los adolescentes y la vocación de los jóvenes, vela con tu amor infinito a la cabecera de los enfermos y de los agonizantes.

Pero sobretodo, Jesús océano inconmensurable de misericordia y amor, te suplico me socorras en el momento decisivo de la muerte, unido entonces más estrechamente que nunca a tu Divino Corazón, sea el nuestro asilo y refugio, y después de reposar para siempre en tu costado bendito, Jesús bueno, nos encontremos en el cielo todos los de mi familia de la Tierra. Amén. 

Domingo de la Sagrada Familia


Hoy celebramos la fiesta de La Sagrada Familia, un día especial para reflexionar sobre el valor de la familia de Nazaret como ejemplo de vida, y también sobre las grandes dificultades que afrontan las actuales. Todas las lecturas de la liturgia asignadas para este domingo son de especial belleza ( Evangelio del día ).

Iniciando por el libro del Eclesiástico donde se promueve el cumplimiento del cuarto mandamiento: Honrar a Padre y Madre. En este capítulo, la obediencia, el respeto, la ayuda a los padres, son pilares de la vida del cristiano. El actuar de un buen hijo, le trae diversos frutos, pero en especial ser justo ante los ojos de Dios. 

El salmista, por su parte, resalta las bendiciones que recibe quien teme a Dios y sigue sus caminos, entre ellos: prosperidad, dicha, buena vida, y fecundidad, esta última reflejada en la formación de una familia santa.

En la carta de Pablo a los Colosenses, el apóstol escribe las principales cualidades y valores que deben reinar en cualquier relación humana: misericordia permanente, bondad, humildad, dulzura, comprensión. El sobrellevarse mutuamente y perdonar las faltas del otro. Y sobretodo, el AMOR, como el principal medio de unión, y un camino para la paz. Por otra parte, el apóstol da a la Palabra de Dios, el lugar que le corresponde como fuente de riqueza y de sabiduría. 

Pablo, resalta la importancia de ser agradecidos con Dios por todas las bendiciones que nos otorga día de día, esto nos debe mover a alzar cánticos, himnos permanentes de amor y alabanza. Cultivar la humildad nos hace considerar todos los dones y talentos como regalos de Dios, y siendo de él y no nuestros, ponerlos al servicio de los demás, realizando todas las obras en el nombre de Jesús, nuestro Señor.

El apóstol, describe de manera sucinta, las relaciones que deben brillar, en el marco de la familia: el amor del hombre por la mujer, brindándole un buen trato; el respeto de la mujer por el esposo, reconociendo su autoridad; la obediencia de los hijos a los padres; y el buen trato de los padres a los hijos. ¡Qué tan vigentes son los consejos de Pablo, para las familia de hoy día!

Por último, el evangelio nos narra la pérdida de hallazgo del niño Jesús en el templo y cómo fue creciendo en estatura, gracia y sabiduría, bajo la orientación de María y José, cumpliendo siempre los mandatos de Dios. 

En un mundo donde la familia está seriamente amenazada por la aprobación de leyes que van en contra de lo que es realmente una familia: aprobación del aborto, el matrimonio homosexual, la adopción de niños por parte de familias homosexuales, el divorcio, las uniones libres, y demás hechos que van en contra de la voluntad de Dios; las familias católicas debemos seguir trabajando para que brille la luz de la verdad en medio de tanta oscuridad. 

Hoy pidamos a la Sagrada Familia por todas las familias del mundo, especialmente por aquellas desplazadas por la violencia y la guerra, por los millones de migrantes en situaciones de precariedad. Oremos por las familias que no tienen suficiente alimento, aquellas que no tienen trabajo y pasan por serias dificultades económicas. Pidamos conversión para todos los padres y madres que abandonan a los hijos, aquellos que maltratan a los niños y los someten a situaciones de violencia permanente, por las madres que han abortado y cargan con el peso de la culpa. 

Elevemos nuestras súplicas al cielo por todos los hijos que con su mal obrar generan tristezas permanentes a sus padres, y por aquellos que han abandonado a sus progenitores. Oremos por las familias que sufren por la enfermedad o la muerte de uno de sus integrantes, para que el Señor les brinde fortaleza en medio de los sufrimientos. Pidamos por las intenciones del Papa Francisco y por la conversión de nuestros legisladores y gobernantes. Por último, oremos por nuestra conversión para que seamos fuentes de amor y unión en nuestras familias. AMÉN.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Mensaje de Navidad del Papa Francisco - Urbi et Orbi



Queridos hermanos y hermanas, feliz Navidad.

Cristo nos ha nacido, exultemos en el día de nuestra salvación.

Abramos nuestros corazones para recibir la gracia de este día, que es Él mismo: Jesús es el «día» luminoso que surgió en el horizonte de la humanidad. El día de la misericordia, en el cual Dios Padre ha revelado a la humanidad su inmensa ternura. Día de luz que disipa las tinieblas del miedo y de la angustia. Día de paz, en el que es posible encontrarse, dialogar, y sobre todo reconciliarse. Día de alegría: una «gran alegría» para los pequeños y los humildes, para todo el pueblo (cf. Lc 2,10).

En este día, ha nacido de la Virgen María Jesús, el Salvador. El pesebre nos muestra la «señal» que Dios nos ha dado: «un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,12). Como los pastores de Belén, también nosotros vamos a ver esta señal, este acontecimiento que cada año se renueva en la Iglesia. La Navidad es un acontecimiento que se renueva en cada familia, en cada parroquia, en cada comunidad que acoge el amor de Dios encarnado en Jesucristo. Como María, la Iglesia muestra a todos la «señal» de Dios: el niño que ella ha llevado en su seno y ha dado a luz, pero que es el Hijo del Altísimo, porque «proviene del Espíritu Santo» (Mt 1,20). Por eso es el Salvador, porque es el Cordero de Dios que toma sobre sí el pecado del mundo (cf. Jn 1,29). Junto a los pastores, postrémonos ante el Cordero, adoremos la Bondad de Dios hecha carne, y dejemos que las lágrimas del arrepentimiento llenen nuestros ojos y laven nuestro corazón. Todos lo necesitamos.

Sólo él, sólo él nos puede salvar. Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tantas formas de mal, a veces monstruosas, que el egoísmo genera en ella. La gracia de Dios puede convertir los corazones y abrir nuevas perspectivas para realidades humanamente insuperables.

Donde nace Dios, nace la esperanza: él trae la esperanza. Donde nace Dios, nace la paz. Y donde nace la paz, no hay lugar para el odio ni para la guerra. Sin embargo, precisamente allí donde el Hijo de Dios vino al mundo, continúan las tensiones y las violencias y la paz queda como un don que se debe pedir y construir. Que los israelíes y palestinos puedan retomar el diálogo directo y alcanzar un entendimiento que permita a los dos pueblos convivir en armonía, superando un conflicto que les enfrenta desde hace tanto tiempo, con graves consecuencias para toda la región.

Pidamos al Señor que el acuerdo alcanzado en el seno de las Naciones Unidas logre cuanto antes acallar el fragor de las armas en Siria y remediar la gravísima situación humanitaria de la población extenuada. Es igualmente urgente que el acuerdo sobre Libia encuentre el apoyo de todos, para que se superen las graves divisiones y violencias que afligen el país. Que toda la Comunidad internacional ponga su atención de manera unánime en que cesen las atrocidades que, tanto en estos países como también en Irak, Yemen y en el África subsahariana, causan todavía numerosas víctimas, provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros. Quiero recordar también a cuantos han sido golpeados por los atroces actos terroristas, particularmente en las recientes masacres sucedidas en los cielos de Egipto, en Beirut, París, Bamako y Túnez.

Que el Niño Jesús dé consuelo y fuerza a nuestros hermanos, perseguidos por causa de su fe en distintas partes del mundo. Son nuestros mártires de hoy.

Pidamos Paz y concordia para las queridas poblaciones de la República Democrática del Congo, de Burundi y del Sudán del Sur para que, mediante el diálogo, se refuerce el compromiso común en vista de la edificación de sociedades civiles animadas por un sincero espíritu de reconciliación y de comprensión recíproca.

Que la Navidad lleve la verdadera paz también a Ucrania, ofrezca alivio a quienes padecen las consecuencias del conflicto e inspire la voluntad de llevar a término los acuerdos tomados, para restablecer la concordia en todo el país.

Que la alegría de este día ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano para que, animado por la esperanza, continúe buscando con tesón la anhelada paz.

Donde nace Dios, nace la esperanza¸ y donde nace la esperanza, las personas encuentran la dignidad. Sin embargo, todavía hoy muchos hombres y mujeres son privados de su dignidad humana y, como el Niño Jesús, sufren el frío, la pobreza y el rechazo de los hombres. Que hoy llegue nuestra cercanía a los más indefensos, sobre todo a los niños soldado, a las mujeres que padecen violencia, a las víctimas de la trata de personas y del narcotráfico.

Que no falte nuestro consuelo a cuantos huyen de la miseria y de la guerra, viajando en condiciones muchas veces inhumanas y con serio peligro de su vida. Que sean recompensados con abundantes bendiciones todos aquellos, personas privadas o Estados, que trabajan con generosidad para socorrer y acoger a los numerosos emigrantes y refugiados, ayudándoles a construir un futuro digno para ellos y para sus seres queridos, y a integrarse dentro de las sociedades que los reciben.

Que en este día de fiesta, el Señor vuelva a dar esperanza a cuantos no tienen trabajo –y son tantos– y sostenga el compromiso de quienes tienen responsabilidad públicas en el campo político y económico para que se empeñen en buscar el bien común y tutelar la dignidad toda vida humana.

Donde nace Dios, florece la misericordia. Este es el don más precioso que Dios nos da, particularmente en este año jubilar, en el que estamos llamados a descubrir la ternura que nuestro Padre celestial tiene con cada uno de nosotros. Que el Señor conceda, especialmente a los presos, la experiencia de su amor misericordioso que sana las heridas y vence el mal.

Y de este modo, hoy todos juntos exultemos en el día de nuestra salvación. Contemplando el portal de Belén, fijemos la mirada en los brazos de Jesús que nos muestran el abrazo misericordioso de Dios, mientras escuchamos el gemido del Niño que nos susurra: «Por mis hermanos y compañeros voy a decir: “La paz contigo”» (Sal 121 [122], 8).

Dirijo mi más cordial felicitación a vosotros, queridos hermanos y hermanas, venidos de todas las partes del mundo a esta plaza, y a todos los que desde diversos países están conectados a través de la radio, la televisión y otros medios de comunicación.

Es la Navidad del Año Santo de la Misericordia, y por eso deseo a todos que acojan en la propia vida la misericordia de Dios, che Jesucristo nos ha dado, para ser misericordiosos con nuestros hermanos. Así haremos crecer la paz. ¡Feliz Navidad!

jueves, 24 de diciembre de 2015

Profecía de Zacarías

Lucas 1,67-79


En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo, profetizó diciendo:

Bendito sea el Señor, Dios de Israel, }
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Nos ha dado un poderoso Salvador
en la casa de David, su siervo,
como había prometido desde antiguo
por boca de sus santos profetas.
para salvarnos de nuestros enemigos
y del poder de cuantos nos odian;
realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y lo que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,

para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte,

para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Salmo 25 (24) A ti Señor levanto mi Alma - Hermana Glenda




A ti, Señor, levanto mi alma,
Dios mío, en ti confío;
que no triunfen de mí mis enemigos.
Pues los que esperan en ti
no quedan defraudados.

Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas;
haz que camine con lealtad,
enséñame porque tú eres mi Dios.

Recuerda, Señor, que tu ternura
tu misericordia son eternas,
no te acuerdes de los pecados
de mi juventud.

El Señor es bueno y recto 
y enseña el camino a los pecadores,
hace caminar a los humildes
con rectitud.

Mírame, Oh Dios, y ten piedad de mí 
que estoy solo y afligido; 
ensancha mi corazón oprimido,
mira mis trabajos y penas.

Guarda mi vida y líbrame,
no quede yo defraudado,
de haber acudido a ti.
Porque yo, Señor, espero en ti.
Porque yo, Señor, espero en ti.

martes, 22 de diciembre de 2015

Nacimiento de Samuel


1Samuel 1,24-28

En aquellos días, cuando Ana hubo destetado a Samuel, subió con él al templo del Señor, de Siló, llevando un novillo de tres años, una fanega de harina y un odre de vino. El niño era aun muy pequeño. 

Cuando mataron el novillo, Ana presentó el niño a Elí, diciendo:

- Señor, por tu vida, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, rezando al Señor. Este niño es lo que yo pedía; el Señor me ha concedido mi petición. Por eso se lo cedo al Señor de por vida, para que sea suyo.

Después se postraron ante el Señor.

domingo, 20 de diciembre de 2015

Visita de María a su prima Isabel



Entonces María se levantó y se dirigió apresuradamente a la serranía, a un pueblo de Judea. Entró en casa de Zacarias y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el saludo de María, la criatura dio un salto en su vientre; Isabel llena de Espíritu Santo exclamó con voz fuerte:


-Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Quien soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Mira en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura dio un salto de gozo en mi vientre. ¡Dichosa tú que creíste! Porque se cumplirá lo que el Señor te anunció. (Lucas 1,29)

sábado, 19 de diciembre de 2015

Oración a San Gabriel Arcángel

¡Oh! glorioso Arcángel San Gabriel,

llamado fortaleza de Dios, 
príncipe excelentísimo 
entre los espíritus angélicos,
embajador del Altísimo, 
que mereciste ser escogido para
anunciar a la Santísima Virgen 
la Encarnación del Divino Verbo
 en sus purísimas entrañas; 
yo te suplico
tengas a bien rogar a Dios por mí,
miserable y pecador, 
para que conociendo y adorando
este inefable misterio,
logre gozar el fruto de la 
divina redención en la gloria celestial. 

Amén.

El ángel Gabriel anuncia el nacimiento de Juan el Bautista

Lucas (1,5-25):

En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, su mujer era descendiente de Aarón y se llamaba Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada. 

Una vez que, con los de su grupo, oficiaba ante Dios, según el ritual sacerdotal sacerdotes, le tocó entrar al santuario para ofrecer el incienso. Mientras todo el pueblo quedaba fuera orando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.

El ángel le dijo:
- No temas, Zacarías, que tu petición ha sido escuchada, y tu mujer Isabel te dará un hijo, a quien llamarás Juan. Te llenarás de gozo y alegría y muchos se alegrarán de su nacimiento. Será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; se llenará de Espíritu Santo desde el vientre materno, y convertirá muchos israelitas al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los padres con los hijos, y a los rebeldes con la sabiduria de los honrados, así preparará para el Señor un pueblo bien dispuesto.

Zacarías respondió al ángel:
-¿Cómo estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.

El ángel le contestó:
-Yo soy Gabriel, que sirvo a Dios en su presencia; me ha enviado a hablarte para darte esta Buena Noticia. Pero mira: quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has creído mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo.

El pueblo estaba aguardando a Zacarías, sorprendido de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablar, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo. Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa. 

Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo: 
-Así me ha tratado el Señor cuando dispuso que terminara mi humillación ante los hombres.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Nacimiento de Jesús



El nacimiento de Jesús

Mateo 1, 18-24

El nacimiento de Jesús, Mesías, sucedió así: su madre, María, estaba comprometida con José, y antes del matrimonio, quedó embarazada por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, pensó abandonarla en secreto. Ya lo tenía decidido, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:

-José, hijo de David, no temas recibir a María como esposa tuya, pues la criatura que espera es obra del Espíritu Santo. Dará a luz a un hijo, a quien llamarás Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del profeta:

Mira, la Virgen está embarazada,
dará a luz a un hijo
que se llamará Emanuel
-que significa. Dios con nosotros-.

Cuando José se despertó del sueño, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado y recibió a María como esposa. Y sin haber mantenido relaciones dio a luz a un hijo, al cual llamó Jesús. 

jueves, 17 de diciembre de 2015

Genealogía de Jesús




Genealogía de Jesús

Mateo 1, 1-16

Libro de la genealogía de Jesús, Mesías, hijo de David, hijo de Abrahán: Abrahán engendró a Isaac; Isaac engendró a Jacob; Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró de Tamar a Fares y Zará; Fares engendró a Esrón; Esrón engendró a Arán; Arán engendró a Aminadab; Aminadab engendró a Naasón; Naasón engendró a Salmón; Salmón engendró a Jesé. Jesé engendró al rey David.

David engendró, de la mujer de Urías, a Salomón. Salomón engendró a Roboán; Roboán engendró a Abías; Abías engendró a Asaf; Asaf engendró a Josafat; Josafat engendró a Jorán; Jorán engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán; Joatán engendró a Acaz; Acaz engendró a Ezequías. Ezequías engendró a Manasés; Manasés engendró a Amón; Amón engendró a Josías. Josías engendró a Jeconías y sus hermanos en tiempos del destierro a Babilonia.

Después del destierro a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel; Salatiel engendró a Zorobabel. Zorobabel engendró a Abiud; Abiud engendró a Eliacín; Eliacín engendró a Azor; Azor engendró a Sadoc; Sadoc engendró a Aquín; Aquín engendró a Eliud; Eliud engendró a Eleazar; Eleazar engendró a Matán; Matán engendró a Jacob; Jacob engendró a José, esposo de María, de la que nació Jesús, llamado el Mesías.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Id y anunciad lo que habéis visto y oído



Los discípulos de Juan


Lucas 7, 19-23

En Aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar al Señor:

- ¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?

Los hombres se presentaron a Jesús y le dijeron:

-Juan el Bautista, nos ha mandado a preguntarte:
-¿Eres tú el que ha de venir, o tenemos que esperar a otro?

Y en aquella ocasión Jesús curó a muchos de enfermedades, achaques

malos espíritus, y a muchos ciegos les otorgó la vista.

Después contestó a los enviados:
-Id a anunciad a Juan lo que habéis visto y oído:
los ciegos ven, los inválidos andan, los leprosos quedan limpios,
los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres
les anuncia el Evangelio.
Y dichoso el que no se escandalice de mí.


lunes, 14 de diciembre de 2015

Porque Te amo


Hermana Inés de Jesús

Hoy que te veo así
No puedo más que mirarte con dulzura y sufrir contigo...
Quiero que sepas que siempre he estado a tu lado
Lo que has llorado lo he llorado también... eee...

Y date cuenta que tu soledad, que tu incomprensión,
han sido mías también...
que ningún hombre por más que amó
se hubiera entregado al dolor como Yo por ti

Porque te amo...
Y fue por amor que Yo te cree...
Mírame en la cruz...
No hay nada que Yo no haga por ti...
eee... uuu...uuuuu

Déjame entrar en tu vida, uuu... 

Quiero sanar tus heridas
Traigo las mías para curar las tuyas
Pues vengo a hacer mío todo tu dolor
Y vengo a renovarte y a darte nueva vida
Quiero que seas eterno y feliz
No temas que a mi lado no hay viento ni tormenta
Yo te protejo con el muro de mi amor

Y es que te amo...
Y fue por amor que Yo te cree...
Mírame en la cruz...
No hay nada que Yo no haga por ti.

Y ábreme tu corazón y déjame entrar,
déjame ser parte de ti,
y abre tus ojos, camina en mi senda,
y Yo te guiare hasta el fin.

Te amo... y es que te amo...
asííí... eee... ooo...

No se aflijan por nada


Recomendaciones


Filipenses 4,4-7

Tengan siempre la alegría del Señor;
lo repito, estén alegres.
Que la bondad de ustedes sea reconocida por todos.
El Señor está cerca.
No se aflijan por nada, más bien,
preséntenselo todo a Dios en oración,
pídanle y también denle gracias.
Y la paz de Dios, 
que supera todo lo que podemos pensar,
cuidará sus corazones y sus pensamientos
por medio de Cristo Jesús.

domingo, 13 de diciembre de 2015

Juan el Bautista anuncia el evangelio



Lucas 3,10-18

En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan:
-¿Qué debemos hacer?

Él contestó: -El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.

Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron:
-¿Maestro qué hacemos nosotros?
Él les contestó: -No exijáis más de lo establecido.

Unos militares le preguntaron:- ¿Qué hacemos nosotros?
Él les contestó:- No hagaís extorsión, no os aprovecheís de nadie, sino conformaos con vuestra paga.

El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él  tomó la palabra y dijo a todos:
-Yo os bautizo con agua, pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego; trae en la mano la pala para limpiar el trigo y separarlo de la paja. Guardará el trigo en su granero, y quemará la paja en el fuego que nunca se apagará. 

De este modo, y con muchos consejos más, anunciaba Juan la buena noticia a la gente.

sábado, 12 de diciembre de 2015

¿Cómo ganar la indulgencia plenaria durante el Año Santo de la Misericordia?



Si deseas obtener indulgencia plenaria (perdón de todos los pecados) durante el año Santo de la Misericordia, debes cumplir las siguientes condiciones:

1. Peregrinar a la Puerta Santa, abierta en las catedrales e iglesias autorizadas por el Obispado Diocesano y las cuatro basílicas papales en Roma, como signo del deseo profundo de auténtica conversión.

2. Participar en el Sacramento de la Reconciliación: confesión de los pecados.

3. Participar en la Santa Eucaristía, comulgar, con una reflexión sobre la misericordia.

4. Orar por las intenciones del Papa Francisco, para el bien de la iglesia y del mundo entero. (La Penitenciaría Apostólica Pública sugiere para el caso, orar un Padrenuestro y un Avemaría)

Casos especiales:

Los enfermos, las personas ancianas y solas, que no pueden salir de casa, el Papa Francisco aconseja para obtener la indulgencia jubilar: "será de gran ayuda vivir la enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía del Señor (...) Vivir con fe y gozosa esperanza este momento de prueba recibiendo la comunión y participando en la Santa Misa y en la oración comunitaria, también a través de los diversos medios de comunicación".

Indulgencia para los presos: "en las capillas de las cárceles podrán ganar la indulgencia, y cada vez que atraviesen la puerta de su celda, dirigiendo su pensamiento y la oración al Padre, puede este gesto ser para ellos el paso de la Puerta Santa, porque la misericordia de Dios, capaz de convertir corazones, es también capaz de convertir las rejas en experiencia de libertad".

Indulgencia jubilar para los difuntos: "... rezar por ellos para que el rostro misericordioso del Padre los libere de todo residuo de culpa y pueda abrazarlos en la bienaventuranza que no tiene fin"


Perdón del Aborto: considerando el drama existencia y moral que viven las mujeres que han cometido el aborto, el Santo Papa ha decidido: "conceder a todos los sacerdotes para el Año Jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón".

Practicar las Obras de Misericordia

El papa Francisco pide que "la Iglesia redescubra en este tiempo jubilar las riquezas contenidas en las obras de misericordia corporales y espirituales. La experiencia de la misericordia, en efecto, se hace visible en el testimonio de signos concretos como Jesús mismo nos enseñó. Cada vez que un fiel viva personalmente una o más de estas obras obtendrá ciertamente indulgencia jubilar".


Si quieres leer más sobre la indulgencia, puedes consultar los siguientes documentos del vaticano:

Carta del Santo Padre Francisco - Indulgencia en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia

El don de la indulgencia -Penitenciaría Apostólica

Las palabras de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego


¿No estoy aquí, que soy tu Madre?
¿No estás bajo mi sombra?
¿No soy yo la vida y tu salud?
¿No estás por ventura en mi regazo?
¿Qué más has de menester?
No te apene ni inquiete otra cosa.

12 de diciembre Día de la Virgen de Guadalupe


Hoy 12 de diciembre celebramos el día de la Virgen Santa de Guadalupe. Como un pequeño homenaje a nuestra Amada Madre, elevamos al cielo esta bella, moderna y alegre serenata "La Guadalupana" en las voces de Emmanuel y Alexander Hacha, con imágenes de la hermosa película "Guadalupe". 




¡GRACIAS MADRE MARÍA POR TU INMENSO AMOR!

viernes, 11 de diciembre de 2015

Isaías: Obedecer a Dios




Así dice el Señor, tu redentor,
el Dios Santo de Israel:
"Yo soy el Señor tu Dios;
yo te enseño lo que es para tu bien,
y te guío por el camino que debes seguir.
¡Si hubieras atendido a mis mandatos!
Tu bienestar iría creciendo como un río,
tu prosperidad sería como las olas del mar,
tus descendientes serían numerosos,
incontables como las arenas del mar;
yo nunca los hubiera destruido,
ni los hubiera apartado de mi vista..."

jueves, 10 de diciembre de 2015

"Ave Maria" - Andrea Bocelli



Texto en latín del “Ave María”

Ave Maria, gratia plena,
Dominus tecum.
Benedícta tu in mulieribus,
et benedíctus fructus ventris tui, Iesus.
Sancta Maria, Mater Dei,
ora pro nobis peccatoribus,
nunc et in hora mortis nostrae. Amen.



Salmo 145 (144) Te alabaré, Dios mío, mi Rey

Salmo 145, 1-9

El Señor es clemente y compasivo,
lento a la cólera y rico en amor.

Te alabaré, Dios mio, mi rey;
bendeciré tu Nombre por siempre jamás.
Todos los días te bendeciré,
alabaré tu nombre por siempre jamás.

Grande es el Señor, muy digno de alabanzas,
su grandeza es insondable.
Cada generación pondera tus obras a la otra
y cuenta tus hazañas.

alaban ellos tu esplendorosa majestad,
y yo recito tus maravillas;
relatan ellos tus terribles proezas 
y yo narro tus grandezas.
celebran la memoria de tu inmensa bondad
y aclaman tu victoria.

El Señor es clemente y compasivo,
lento a la cólera y rico en amor;
el Señor es bueno con todos,
tierno con todas sus criaturas.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

Los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas


Isaías 

40, 25-31

¿A quién podéis compararme, que se asemeje?, dice el Santo.
Alzad los ojos a lo alto y mirad: ¿Quién  creó aquello?
El que cuenta y despliega su ejército
y a cada uno lo llama por su nombre;
tan grande es su poder, tan robusta su fuerza, que no falta ninguno.

Por qué andad hablando, Jacob, y diciendo, Israel:
-Mi suerte está oculta al Señor, mi Dios ignora mi causa.
¿Acaso no lo sabes, es que no lo has oído?
El Señor es un Dios eterno, y creó los confines del orbe.
No se cansa, no se fatiga, es insondable su inteligencia.

El Señor da la fuerza al cansado, acrecienta el vigor al inválido;
se cansan los muchachos, se fatigan, los jóvenes tropiezan y vacilan;
pero los que espera en el Señor
renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, 
corren sin cansarse, marchan sin fatigarse.



martes, 8 de diciembre de 2015

8 de diciembre Fiesta de la Inmaculada Concepción


La Fiesta de la Inmaculada Concepción celebra que "María nunca tuvo pecado original, ni siquiera en el momento de su concepción ". No se relaciona con la virginidad de María, sino con el hecho de que permaneció sin mancha y siempre conservó la gracia de Dios.

La iglesia lo aceptó como dogma en el año 1854, en el pontificado de Pio IX. Aunque, la santidad de María y su concepción inmaculada, fue un hecho que desde los primeros cristianos ha sido proclamado. 

El 8 de diciembre se adoptó como fecha para la festividad, considerando que la natividad de la Virgen María es el 8 de septiembre, y son nueve meses de gestación.

Las sagradas escrituras en la Anunciación por medio del ángel Gabriel reconocen las virtudes de María: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lucas 1,28).

En el catecismo de la iglesia católica (490-493) reconoce que: "Para ser la Madre del Salvador, María fue dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante"(...) para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese poseída por la gracia de Dios.

La resplandeciente santidad del todo singular de la que ella fue enriquecida desde el primer instante de su concepción, le viene toda entera de Cristo: ella es redimida de la manera más sublime en atención a los méritos de su Hijo". El Padre la ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo, más que ninguna otra persona creada. El la ha elegido en él antes de la creación del mundo para ser santa e inmaculada en su presencia, en el amor.

Los padres de la tradición oriental llaman a la Madre de Dios "La toda Santa -Panagia-, la celebran como inmune de toda mancha de pecado y como plasmada por el Espíritu Santo y hecha una nueva criatura. Por la gracia de Dios, María ha permanecido pura de todo pecado personal a lo largo de su vida".

La Anunciación del Ángel Gabriel a la Virgen María


La anunciación

Lucas 1, 26-38

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios
a una cuidad de Galilea llamada Nazaret,
a una virgen desposa con un hombre llamado José,
de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.

El ángel, entrando en su presencia, dijo:
-Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.
Ella se turbó ante estas palabras y
se preguntaba qué saludo era aquél.

El ángel le dijo:
-No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. 
Concebirás en tu vientre y darás a luz a un hijo,
y le pondrás por nombre Jesús.
Será grande, se llamará Hijo del Altísimo,
el Señor le dará el trono de David, su padre,
reinará sobre la casa de Jacob para siempre,
y su reino no tendrá fin.

Y María dijo al ángel: 
-¿Cómo será eso, pues no conozco varón?

El ángel le contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y
la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra;
por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios.
Ahí tienes a tu parienta Isabel, que, a pesar de su vejez,
ha concebido a un hijo, y ya está de seis meses
la que llamaban estéril. 
Porque para Dios nada hay imposible.

María contestó:
-Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.
Y la dejó el ángel.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Apertura de la Puerta de la Misericordia en Bogotá


El próximo domingo, 13 de diciembre, se realizará la Apertura de la Puerta de la Misericordia en la Catedral Primada de Bogotá. Con este acto público la Iglesia Arquidiocesana responde a la invitación del Papa Francisco e inicia el Jubileo de la Misericordia. 

Según el mensaje publicado por la iglesia local, comprometida actualmente con del Plan de Evangelización: "el tema de la Misericordia exige ser propuesto una vez más con nuevo entusiasmo y con una renovada acción pastoral".

Esta es una hermosa oportunidad para los católicos que vivimos en Bogotá. Respondamos con un SI a este Año Santo; que inicia mañana 8 de diciembre. Nos encontraremos allí, en nuestro santuario mayor. Extendamos esta invitación a nuestra familia, comunidades o grupos de oración. Iniciaremos con júbilo y gozo este año que nos regalará gracias especiales para todos.

Himno para el día de las velitas: Ven, Señor, No tardes



Ven, Señor, no tardes,
Ven, que te esperamos;
Ven, Señor, no tardes,
Ven pronto, Señor.

El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor,
los hombres no son hermanos
porque han matado el amor.

Envuelto en noche sombría,
gime el mundo de pavor;
va en busca de una esperanza,
buscando tu fe, Señor.

Al mundo le falta vida
y le falta corazón;
le falta cielo en la tierra,
si no lo riega tu amor.

Rompa el  cielo su silencio,
baje el rocío a la flor,
ven, Señor, no tardes tanto,
ven, Señor, Amen.

Fuente: Liturgia de las Horas, Lunes de la Semana II- Tiempo de Adviento

domingo, 6 de diciembre de 2015

Salmo 125


Salmo 125

¡Haz que cambie nuestra suerte!

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos pareció que estábamos soñando.
Entonces nuestra boca y nuestros labios
se llenaron de risas y gritos de alegría;
entonces los paganos decían:
"¡El Señor ha hecho grandes cosas por ellos!"
Sí, el Señor había hecho grandes cosas por nosotros
y estábamos alegres.

¡Señor, haz que cambien de nuevo nuestra suerte,
como cambia el desierto con las lluvias!
Los que siembran con lágrimas,
cosecharán con gritos de alegría.
Aunque lloren mientras llevan el saco de semilla,
volverán cantando de alegría,
con gavillas de trigo entre los brazos.