Alma de Cristo - Oración de San Ignacio de Loyola
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme.
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame ir a Ti.
Para que con tus santos te alabe.
Por los siglos de los siglos.
Amén.
La Adoración al Santísimo Sacramento tiene que ser primordial en nuestra vida
El Sacerdote Ghislain Roy, de origen canadiense, ejerce su ministerio principalmente con el carisma de la liberación y la sanación interior. Aprendamos de la importancia de la adoración en estas cortas frases:
"Sabía que las almas de los adoradores brillarán más, que las otras almas en el cielo?. No se puede pasar un solo día sin adorar, este gesto que haces tiene una repercusión hasta el cielo. El tiempo que pasas ante el Santísimo Sacramento es el mejor tiempo que tú puedes pasar aquí en la tierra. Estos momentos incrementan esa unión con Él; y contribuyes a aportar paz eterna aquí en la tierra. Vacíos interiores muy grandes en tu alma, son sanados ante el Santísimo Sacramento..."
La Adoración al Señor, en el Santísimo Sacramento
Jesús, silenciosamente te haces presente en un pequeño y sencillo pedazo de pan y estás frente a mí. Concédeme entender con el corazón, que Tú estás vivo ahí y que es por mí. Dame Señor una fe viva que me haga consciente de tu presencia real en la Hostia Consagrada. Oh Jesús, concédeme en este momento la gracia de adorarte con toda mi alma, mi espíritu y mi cuerpo.
Como tu discípulo Tomás, yo quisiera decir: ¡Señor mío y Dios mío! No te pido Jesús que extiendas ante mí tus manos y me muestres tus heridas. Yo creo que aquí estás tú, verdaderamente vivo y realmente presente en cuerpo, alma y divinidad, con la plenitud de tu amor.
Por eso me postro ante Ti y guardo silencio…
Jesús, tú eres mi Dios. Eres fuente de santidad, porque eres la santidad misma. Sólo a Ti y a nadie más debo adorar. Por eso es que hago a un lado todas las cosas, personas y planes. Me despojo de cualquier otro pensamiento, para ocuparme sólo de adorarte. Quiero que mi mente y mi corazón sean uno contigo. Con todo mi ser, me entrego enteramente a Ti, Señor, permíteme adorarte en todos los templos del mundo: ¡Bendito y alabado seas en cada Hostia consagrada! ¡Bendito y alabado seas en todas las comuniones, en las que me he encontrado contigo!
Yo te glorifico y ensalzo, en reparación de cada uno de los encuentros, en los cuales te recibí sin haber estado realmente consciente de que Tú, el Dios vivo y verdadero, habías venido a mí. ¡Bendito seas Jesús por cada momento que hasta ahora he pasado contigo y por todos los que viviré junto a Ti en el futuro! ¡Bendito seas por aquellos que te reciben con fe, porque viven en el amor inspirados por Ti!
Quiero glorificarte y pedirte perdón, por los que se oponen a Ti y te persiguen. Quiero adorarte Señor y consolar el dolor que te causan aquellos que te reciben, sin darse cuenta de tu presencia amorosa en la Eucaristía. Perdónalos Jesús. ¡Oh Señor, bendito y glorificado seas, porque estás vivo aquí ahora y porque has venido a traer tu amor y tu vida en abundancia a los que se acercan a Ti!
Por eso me postro ante Ti y guardo silencio…
Señor Jesús, permite que cada palabra que pronuncie durante esta oración, sea en unión con tu Espíritu Santo. No permitas que sean expresiones huecas. Inspírame para poder comprender tu Palabra, con la cual has querido atraerme completamente a Ti. Tú dijiste que eras alimento para nuestro espíritu, para nuestra vida, para saciar toda hambre, pero primero y antes que nada, para suplir nuestra hambre de amor.
Convencido por tu Palabra, la cual se aplica también a mí, aquí estoy Jesús y te imploro: ¡dame de comer, dame de beber! Estoy hambriento y sediento. Nada podrá calmar mi hambre y mi sed, nada sino Tú, porque todo es pasajero, todo es imperfecto. ¡Gracias porque Tú eres la respuesta a todas mis necesidades y anhelos!
Por eso me postro ante Ti y guardo silencio…
Jesús aquí estoy de rodillas ante Ti, en nombre de todos aquellos que tienen hambre y sed de verdad, justicia, de amor y de reconciliación. Estoy de rodillas ante Ti, en nombre de todos los que están sedientos y andan en busca de bebidas que embriagan y los conducen a la muerte y no a la vida.
¡Oh Pan de vida eterna, estoy de rodillas ante Ti, en nombre de los que están en conflicto y hacen las guerras; de los que se odian y se persiguen unos a otros; de los que con celo se acechan mutuamente, a causa del pan terrenal! Jesús revélate a ellos, Tú que eres el Pan celestial de vida eterna. Haz que te encuentren y que sientan tu presencia, de tal manera que no continúen vagando por el mundo, siendo golpeados por el pecado y el mal.
Jesús, Tú que eres el maná del Padre para los que peregrinamos en este mundo, atiende la oración que te ofrezco por todos aquellos que tienen hambre del pan terrenal; que trabajan y que no reciben salario, porque son explotados por los poderosos. Deja Señor que mi corazón se postre ante Ti y se sumerja en tu presencia. Haz que tu vida me absorba completamente, de tal manera que me llene de tu dulzura, para que pueda transmitirla a todos aquellos que te buscan.
Por eso me postro ante Ti y guardo silencio…
Jesús, Tú dijiste que habías venido por los enfermos y los pecadores. Te doy gracias, porque en tu santidad, perdonaste todos los pecados y compartiste tu pan con los pecadores. Gracias porque no temiste las críticas de aquellos, que a sí mismos se consideraban justos, despreciando a otros por sus pecados e indignidad. Por tanto, ahora te pido que me perdones y me purifiques de todos mis pecados.
Gracias, Jesús, porque Tú nos has llamado a todos los cristianos a actuar como Tú: a amar incondicionalmente y sin esperar nada a cambio. De rodillas ante Ti, hoy me decido a seguir tu camino y te pido que me consideres digno de orar, en tu Nombre, por mi propia purificación y sanación. Aún más, te doy gracias, porque sé que estás dispuesto a sanar a otros, a través de mi oración. Te pido también Señor, que los invites a reanudar su amistad contigo.
Jesús, después de haber permanecido en tu adoración, mi corazón se ha llenado de gozo. Ahora tengo la certeza de que Tú te harás cargo de mí y de todas aquellas personas, mis hermanos y hermanas por quienes he intercedido. Al concluir esta adoración, prometo ocuparme más de Ti y de tu Palabra. Quiero entregarme a experimentar tu amor y derramarlo en los demás. Te ruego, Jesús, que por medio de la Sagrada Eucaristía hagas tu morada en mí corazón. Quiero que cada día crezcas dentro de mí. Amén
Cantemos al Amor de los Amores - Luis Enrique Ascoy
Cantemos al Amor de los Amores
cantemos al Señor,
Dios está aquí,
Dios está aquí,
¡Vengan adoradores,
adoremos, a Cristo Redentor!
Coro
¡Gloria a Cristo Jesús!
Cielos y tierra, bendigan al Señor.
Honor y gloria a Ti, Rey de la gloria
Amor por siempre a Ti,
Dios del Amor.
Coro
¡Gloria a Cristo Jesús!
Cielos y tierra, bendigan al Señor.
Honor y gloria a Ti, Rey de la gloria
Amor por siempre a Ti,
Dios del Amor.
Llamemos al Ayudador del Cielo
Espíritu de Amor
Dios está aquí,
¡Vengan adoradores,
adoremos, a Dios inspirador!
Coro
¡Gloria a Cristo Jesús!
Cielos y tierra, bendigan al Señor
Honor y gloria a Ti, Rey de la gloria
Amor por siempre a Ti,
Dios del Amor.
Unamos nuestra voz a los humildes,
Cielos y tierra, bendigan al Señor
Honor y gloria a Ti, Rey de la gloria
Amor por siempre a Ti,
Dios del Amor.
Unamos nuestra voz a los humildes,
los pobres del Señor.Dios está aquí,
¡Vengan adoradores,
adoremos, al Padre Creador!
Coro
¡Gloria a Cristo Jesús!
Cielos y tierra, bendigan al Señor
Honor y gloria a Ti, Rey de la gloria
Honor y gloria a Ti, Rey de la gloria
Amor por siempre a Ti,
Dios del Amor.
Dios del Amor.
¡Gloria a Cristo Jesús!
Cielos y tierra, bendigan al Señor
Honor y gloria a Ti, Rey de la gloria
Honor y gloria a Ti, Rey de la gloria
Amor de los amores, por siempre a Ti,
Dios del Amor,
Dios del Amor.
La fe de un niño en Jesús Sacramentado cambió la vida de su familia
El sacerdote Patricio Hileman, Misionero de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, encargado de formar capillas de Adoración Perpetua en Latinoamérica, compartió el conmovedor testimonio de Diego, un niño de 8 años en México cuya fe en Jesús Sacramentado transformó la realidad de su familia marcada por problemas de maltrato, alcoholismo y pobreza.
“El primer mandamiento de la adoración perpetua es dejarse ‘apapachar’ por Jesús” “Es el lugar donde aprendemos a descansar en el corazón de Jesús. Solamente Jesús puede darte ese abrazo del alma”.
P. Hileman
La oración de San Alfonso María de Ligorio ante el Santísimo Sacramento
Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombre estás noche y día en este sacramento, lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte: creo que estás presente en el sacramento del altar. Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho, y especialmente por haberte dado tu mismo en este sacramento, por haberme concedido por mi abogada a tu amantísima Madre y haberme llamado a visitarte en este iglesia.
Adoro ahora a tu Santísimo corazón y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en acción de gracias por este insigne beneficio; en segundo lugar, para resarcirte de todas las injurias que recibes de tus enemigos en este sacramento; y finalmente, deseando adorarte con esta visita en todos los lugares de la tierra donde estás sacramentado con menos culto y abandono.
Amén.
San Alfonso María Ligorio -Patrón de confesores y moralistas
1 de Agosto
Yo te adoro, Señor, con reverencia
oculto en esa cándida apariencia
A Ti mi corazón está rendido
y contemplando en Ti desfallecido
Tú eres, Señor, el pan de vida.
La vista, el tacto, el gusto, se equivoca
más el oído ascenso fiel provoca
con gran firmeza creo cuanto digo
la verdad infalible de Dios Hijo
Tú eres, Señor, el pan de vida.
En la cruz la deidad estaba oculta
aquí aún la humanidad amor sepulta
una y otra creyendo y proclamando
pido lo que el ladrón pidió pecando
Tú eres, Señor, el pan de vida.
Como Tomás las llagas no percibo
más Oh Dios te confieso eterno y vivo
Haz que siempre en Ti crea firme y constante
que espere en Ti y que sea fino amante
Tú eres, Señor, el pan de vida.
Oh excelso memorial de tu tormento
pan vivo que a los hombres das aliento
concédeme que mi alma de Ti viva
y tu dulce sabor siempre perciba
Tú eres, Señor, el pan de vida.
Con tu sangre pelícano sagrado
lávame de la manchas del pecado
pues una sola gota es suficiente
para lavar al mundo delincuente
Tú eres, Señor, el pan de vida.
Oh Jesús a quien velado ahora miro
hágase lo que tanto yo suspiro
que amándote yo aquí constantemente
sea dichoso contigo eternamente
Tú eres, Señor, el pan de vida.
No me mueve mi Dios para quererte -Hermana Glenda
Letra de autor desconocido
Intérprete: Hermana Glenda
No me mueve, mi Dios, para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve ese infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte
clavado en esa cruz y escarnecido,
muéveme el ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, al fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.
Lord I Need - Matt Maher
Vengo a Ti a confesar,
sólo Tú me das paz.
Yo sin Ti, vuelvo a caer,
Mi corazón, tú puedes ver.
Te necesito, te necesito
Señor, para estar vivo.
Mi salvador, Jesús, mi Dios.
Yo te necesito.
Si el pecado entra, tu gracia es más.
Y sólo hay gracia donde Tú estás.
Si Tú estás, puedo vivir
Santidad es Cristo en mí.
Te necesito, te necesito.
Señor, para estar vivo.
Mi salvador, Jesús, mi Dios.
Yo te necesito.
Lord I Need - Señor te necesito
Lord I Need - Matt Maher
Cover : Señor, te necesito -Dadadá
Vengo a Ti a confesar,
sólo Tú me das paz.
Yo sin Ti, vuelvo a caer,
Mi corazón, tú puedes ver.
Te necesito, te necesito
Señor, para estar vivo.
Mi salvador, Jesús, mi Dios.
Yo te necesito.
Si el pecado entra, tu gracia es más.
Y sólo hay gracia donde Tú estás.
Si Tú estás, puedo vivir
Santidad es Cristo en mí.
Te necesito, te necesito.
Señor, para estar vivo.
Mi salvador, Jesús, mi Dios.
Yo te necesito.
Enséñame a ir hasta Ti,
cuando no me pueda sostener.
Si la tentación llega hasta mí,
Jesús, no me dejes caer.
cuando no me pueda sostener.
Si la tentación llega hasta mí,
Jesús, no me dejes caer.
Te necesito, te necesito.
Señor, para estar vivo.
Mi salvador, Jesús, mi Dios.
Yo te necesito.
Tú mi salvador, Jesús, mi Dios,
yo te necesito.
Tú mi salvador, Jesús, mi Dios,
yo te necesito.
Cristo reina,
Cristo reina,
Cristo reina
con poder.(Bis)
Señor, para estar vivo.
Mi salvador, Jesús, mi Dios.
Yo te necesito.
Tú mi salvador, Jesús, mi Dios,
yo te necesito.
Tú mi salvador, Jesús, mi Dios,
yo te necesito.
Jesús, Eres Digno de Alabar
Voz: Athenas
Composición de la canción, guitarra y edición: Jonatan Narváez
Cámara y Fotografía: Pablo Parente
Composición de la canción, guitarra y edición: Jonatan Narváez
Cámara y Fotografía: Pablo Parente
Levanto mis manos
cierro mis ojos
para proclamar tu Nombre
Dios de Poder. (Bis)
Digno de alabar, Señor
Gloria y majestad sean a Ti
Rey de la Creación
por siempre, Amén. (Bis)
Cristo Reina
CRISTO REINA
Voz: Athenas
Guitarra y Producción y Composición de la canción: Jonatan Narváez
Guitarra y Producción y Composición de la canción: Jonatan Narváez
Mi corazón quiere alabar, alabarte.
Mi corazón quiere adorar, adorarte.(Bis)Cristo reina,
Cristo reina,
Cristo reina
con poder.(Bis)
Adoración Eucarística - De Corazón a Corazón
Una hora de Adoración Eucarística desde la Parroquia de Nuestra Señora del Camino, de la ciudad de Puebla. Entregando todos los problemas, de corazón a corazón, ante Jesús Misericordioso.
Hay un corazón que mana
Hay un corazón que mana
Autor: Paola Fanconi
Hay un corazón que mana,
que palpita en el Sagrario,
el corazón solitario,
que se alimenta de amor.
Es un corazón paciente,
es un corazón amigo,
el que habita en el olvido,
el corazón de tu Dios.
Es un corazón que ama,
un corazón que perdona,
que te conoce y que toma,
de tu vida lo peor.
Que comenzó esta tarea
una tarde en el Calvario,
y que ahora desde el Sagrario
tan sólo quiere tu amor.
Decidle a todos que vengan
a la fuente de la vida.
Hay una historia escondida
dentro de este corazón.
Decidles que hay esperanza,
que todo tiene un sentido.
Que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.
Es el corazón que llora
en la casa de Betania.
El corazón que acompaña
a los dos de Emaús.
Es el corazón que al joven
rico amó con la mirada.
El que a Pedro perdonaba
después de su negación.
Es el corazón en lucha
del huerto de los Olivos,
que amando a sus enemigos
hizo creer al ladrón.
Es el corazón que salva
por su fe a quien se le acerca.
Que mostró su herida abierta
al apóstol que dudó.
Decidle a todos que vengan
a la fuente de la vida.
Que hay una historia escondida
dentro de este corazón.
Decidles que hay esperanza,
que todo tiene un sentido.
Que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.
Hay un corazón que mana,
que palpita en el Sagrario,
el corazón solitario,
que se alimenta de amor.
Es un corazón paciente,
es un corazón amigo,
el que habita en el olvido,
el corazón de tu Dios.
Es un corazón que ama,
un corazón que perdona,
que te conoce y que toma,
de tu vida lo peor.
Que comenzó esta tarea
una tarde en el Calvario,
y que ahora desde el Sagrario
tan sólo quiere tu amor.
Decidle a todos que vengan
a la fuente de la vida.
Hay una historia escondida
dentro de este corazón.
Decidles que hay esperanza,
que todo tiene un sentido.
Que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.
Es el corazón que llora
en la casa de Betania.
El corazón que acompaña
a los dos de Emaús.
Es el corazón que al joven
rico amó con la mirada.
El que a Pedro perdonaba
después de su negación.
Es el corazón en lucha
del huerto de los Olivos,
que amando a sus enemigos
hizo creer al ladrón.
Es el corazón que salva
por su fe a quien se le acerca.
Que mostró su herida abierta
al apóstol que dudó.
Decidle a todos que vengan
a la fuente de la vida.
Que hay una historia escondida
dentro de este corazón.
Decidles que hay esperanza,
que todo tiene un sentido.
Que Jesucristo está vivo,
decidles que existe Dios.
San Pascual Bailón
Patrono de los Congresos Eucarísticos y de la Adoración Nocturna
Hoy, 17 de mayo, la Iglesia celebra la fiesta de San Pacual Bailón, fraile franciscano capuchino que nació en Torrehermosa, Zaragosa en 1540. Sus padres le pusieron por nombre Pascual porque nació en la Pascua de Pentecostes. Su apellido Bailón no está relacionado con el gusto por el baile y el jolgorio, como muchos creen, sino correspondía al apellido de su padre.
Pascual era un niño alegre y tímido. Desde pequeño mostró un gran gusto por la oración y por la Santa Misa, ante la cual tenía un enorme respeto y amor, a ejemplo de su devota madre que desde bebé lo llevaba a la Iglesia.
Era pastor de ovejas y de cabras, y desempeñó esa humilde pero ardua tarea hasta los 24 años, edad en la que ingresó en la orden franciscana. Mientras cuidaba el rebaño pasaba largas horas en oración y en la lectura de un pequeño devocionario heredado de la abuela materna. Intentaba llevar las ovejas cerca de las capillas, conventos o comunidades religiosas para estar más próximo al Señor y su Santísima Madre.
Siendo un joven sin educación, al ingresar a la comunidad franciscana, desempeñó las tareas más sencillas como: ser portero, barrendero, cocinero o cuidar la huerta. Pero a pesar de su escasa formación teológica, recibió del Don de Ciencia y podía explicar misterios profundos de la fe, que dejaban sorprendidos a sus superiores.
En aquella época ocurrió la reforma Luterana que negaba la presencia real de Cristo en la Eucaristía. Por el contrario, Pascual en el pueblo de Orito tuvo una Aparición de Jesucristo en la Eucaristía. El santo pasaba largas horas de la noche en oración, y era tal su estado de éxtasis que algunos llegaron a verlo elevarse por encima del suelo en sus tiempos de adoración ante la Hostia Consagrada.
Toda su vida fue un acto continuo de amor a Jesús, a su Santísima Madre, y a los hermanos, especialmente los más pobres, a los cuales intentaba ayudar siempre que se lo pedían. Y aunque no contara con alimentos para darles, por lo menor un sonrisa, un buen consejo, o una flor les obsequiaba.
Pascual muere a los 52 años, en el año 1592, justo en el momento que sonaban las campanas durante la eucaristía indicando la consagración. Cuentan que tal era el respeto de Pascual por la eucaristía que, aún después de muerto, sus ojos se abrieron dos veces en el momento de la elevación eucarística durante su funeral.
La fama de santidad de Pascual se extendió por los alrededores. Cientos testimoniaron que gracias a sus oraciones ocurrieron diversos milagros, que lo llevaron a ser canonizado por el papa Alejandro VIII en 1690.
San Pascual Baylón fue nombrado por el Papa León XIII como Patrono de los Congresos Eucarísticos y de la Adoración Nocturna.
Querido San Pascual Baylón : ruega por nosotros para tener un inmenso amor por Jesús Eucaristía, un deseo ardiente por las visitas al Santísimo Sacramento y una predilección por asistir a la Santa Misa.
Oración a Jesús Sacramentado
De nuevo aquí me tienes Jesús mío,
confuso y humillado ante tu altar.
Sin saber que decirte ni que hablarte.
ansioso solamente de llorar.
Vengo del mundo, vengo del combate,
cansado de sufrir y de luchar.
Traigo el alma llena de tristezas,
y hambriento el corazón de soledad.
de esa soledad dulce, divina,
que alegra tu presencia celestial.
Donde el alma tan solo con mirarte,
te dice lo que quiere sin hablar.
Mis miserias, Señor, aquí me traen,
mírame con ojos de piedad.
Soy el mismo de siempre, dueño mío,
un abismo infinito de maldad,
un triste pecador siempre caído,
que llora desconsolado su orfandad,
y gime bajo el peso de sus culpas,
y ansía recobrar su libertad.
Soy un alma sedienta de ventura,
un corazón que muere por amar.
y abrazarse a la llama inextinguible,
del fuego de tu eterna caridad.
Concédeme, Señor, que a Ti me acerque,
permite que tus pies llegue a besar.
déjame que los riegue con mi llanto,
y sacie en ellos mi ardoroso afán.
¡Oh, qué bien se está aquí, mi dueño amado!
ante las gradas de tu santo altar,
bebiendo de la fuente de aguas vivas,
que brota de tu pecho sin cesar.
Quién pudiera vivir eternamente,
en aquella divina soledad,
gozando de tu amor y tu hermosura,
en un éxtasis dulcísimo de paz . Amén
Adoro Te Devote - En Español
Texto original en latín: Adoro Te devote
Autor: Santo Tomás de Aquino
Adaptación al español:Te adoro devotamente
oculto en esa cándida apariencia
A Ti mi corazón está rendido
y contemplando en Ti desfallecido
Tú eres, Señor, el pan de vida.
La vista, el tacto, el gusto, se equivoca
más el oído ascenso fiel provoca
con gran firmeza creo cuanto digo
la verdad infalible de Dios Hijo
Tú eres, Señor, el pan de vida.
En la cruz la deidad estaba oculta
aquí aún la humanidad amor sepulta
una y otra creyendo y proclamando
pido lo que el ladrón pidió pecando
Tú eres, Señor, el pan de vida.
Como Tomás las llagas no percibo
más Oh Dios te confieso eterno y vivo
Haz que siempre en Ti crea firme y constante
que espere en Ti y que sea fino amante
Tú eres, Señor, el pan de vida.
Oh excelso memorial de tu tormento
pan vivo que a los hombres das aliento
concédeme que mi alma de Ti viva
y tu dulce sabor siempre perciba
Tú eres, Señor, el pan de vida.
Con tu sangre pelícano sagrado
lávame de la manchas del pecado
pues una sola gota es suficiente
para lavar al mundo delincuente
Tú eres, Señor, el pan de vida.
Oh Jesús a quien velado ahora miro
hágase lo que tanto yo suspiro
que amándote yo aquí constantemente
sea dichoso contigo eternamente
Tú eres, Señor, el pan de vida.
Oración Eucarística de Santo Tomás de Aquino
Te adoro con fervor, deidad oculta,
que estás bajo de estas formas escondidas;
a ti mi corazón se rinde entero,
y desfallece todo si te mira.
Se engaña en ti la vista, el tacto, el gusto.
Mas tu palabra engendra fe rendida;
cuanto el Hijo de Dios ha dicho, creo;
pues no hay verdad cual la verdad divina.
En la Cruz la deidad estaba oculta.
aquí la humanidad yace escondida;
y ambas cosas creyendo y confesando,
imploro yo lo que imploraba el ladrón arrepentido.
No veo, como vio Tomás, tus llagas,
mas por su Dios te aclama el alma mía:
haz que siempre, Señor, en ti yo crea,
que espere en ti, que te ame sin medida.
Oh memorial de la pasión de Cristo,
oh pan vivo que al hombre das la vida:
concede que de ti viva mi alma,
y guste de tus célicas delicias.
Jesús mío, pelícano piadoso,
con tu sangre mi pecho impuro limpia,
que de tal sangre una gotita
puede todo el mundo salvar de su malicia.
Jesús, a quien ahora miro oculto,
cumple, Señor, lo que mi pecho ansía:
que a cara descubierta contemplándote,
por siempre goce de tu clara vista. Amén.
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