Marino Restrepo realiza una reflexión sobre el camino del cristiano, esa vía que acerca a la espiritualidad, se aleja del mundo y se adentra en el Espíritu de Dios. Es importante vivir conforme a los designios divinos, cultivando las virtudes y declarando la guerra a los vicios para lograr el verdadero tesoro de la paz. La verdadera trascendencia es vivir en el amor, con miras a la eternidad.
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