Isaías 49,8-15
Así dice el Señor: En tiempo de gracia te he respondido, en el día de la salvación te he auxiliado; te he defendido y constituido alianza del pueblo; para restaurar el país, para repartir las herencias devastadas, para decir a los cautivos: Salgan; a los que están en tinieblas: Vengan a la luz; aun por los caminos pastarán, tendrán praderas en todas las dunas; no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el viento ardiente ni el sol; porque los conduce el que los compadece y los guía a manantiales de agua.Convertiré mis montes en caminos y mis senderos se nivelarán. Miren, unos vienen de un país remoto; miren, otros del norte y del occidente, y aquellos del país de Siene.
Grita de alegría, cielo; alégrate, tierra; prorrumpan en aclamaciones, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de los desamparados.
—Decía Sión: Me ha abandonado el Señor, mi dueño me ha olvidado.
—¿Puede una madre olvidarse de su criatura, dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pero, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.
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