sábado, 16 de abril de 2016

Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna

Juan 6, 60-68


 Muchos de los discípulos que lo oyeron comentaban:

—Este discurso es bien duro: ¿quién podrá escucharlo?
Jesús, conociendo por dentro que los discípulos murmuraban, les dijo:
—¿Esto los escandaliza?  ¿Qué será cuando vean al Hijo del Hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es el que da vida, la carne no vale nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. Pero hay algunos de ustedes que no creen. Desde el comienzo sabía Jesús quiénes no creían y quién lo iba a traicionar.
Y añadió:
—Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede.
Desde entonces muchos de sus discípulos lo abandonaron y ya no andaban con él.
Así que Jesús dijo a los Doce:
—¿También ustedes quieren abandonarme?
Simón Pedro le contestó:
—Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros hemos creído y reconocemos que tú eres el Consagrado de Dios.

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