jueves, 4 de agosto de 2016

Déjate: una hermosa canción sobre la misericordia de Dios


Pioneros de Schoenstatt


Hace ya tiempo que comprendí
Tú me buscaste en todas partes.
La llama que un día empezó a fallar
Tú no dejaste, se apagase.

Yo no comprendo, y digo: ¿Qué será?
¿Será qué estaba equivocada?
Y he descubierto que este loco está
de amor muriendo porque llames.

Yo no he querido, saber más,
de la locura que me late,
pero la fiebre quiere regresar,
y Él no dejó de predicarme.

Y Tú me dices:
Déjate, que te consuma este fuego
No apagues llamas de esta hoguera
que si no hay fuego no habrá luz.
Créeme, que estoy clavado porque te amo
No encontrarás en otro lado
quien quiera ya morir por ti.

No tengas miedo no te dejaré
las veces que tú me reclames 
Yo gozo al ver que quieres regresar
déjame que Yo te levante.

Señor, ¿no ves que quiero regresar?
pero me pesa mi pasado,
¿Acaso pides lo que no se dar?
el tiempo me ha secado el alma.

Tanto he besado el suelo 
¿No lo ves?
Mis manos se han cerrado tanto.

No te preocupes, te rescataré
Mi vida a cambio por la tuya.

Y Tú me dices:
Déjate, que te consuma este fuego
No apagues llamas a esta hoguera
que si no hay fuego, no habrá luz.
Créeme, que estoy clavado porque te amo
No encontrarás en otro lado
quien quiera ya morir por ti.

Déjate, que te consuma este fuego.
No apagues llamas de esta hoguera
que Yo encendí en tu corazón.

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