viernes, 12 de agosto de 2016

Dios los creó hombre y mujer


Mateo 19, 1-12


Cuando Jesús terminó este discurso, se trasladó de Galilea a Judea, al otro lado del Jordán. Le seguía una gran multitud, y él los sanaba allí. Se acercaron unos fariseos y, para ponerlo a prueba, le preguntaron:
—¿Puede un hombre separarse de su mujer por cualquier cosa?

Él contestó:
—¿No han leído que al principio el Creador los hizo hombre y mujer? Y dijo: por eso abandona un hombre a su padre y a su madre, se une a su mujer y los dos se hacen una sola carne. De suerte que ya no son dos, sino una sola carne. Así pues, lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.

Le replicaron:
—Entonces, ¿por qué Moisés mandó darle un acta de divorcio cuando uno se separa de ella?

Les respondió:
—Moisés les permitió separarse de sus mujeres a causa de la dureza de sus corazones. Pero al principio no era así. Les digo que quien se divorcia de su mujer –si no es en caso de concubinato– y se casa con otra, comete adulterio.

Le dicen los discípulos:
—Si ésa es la condición del marido con la mujer, más vale no casarse.

Y él les respondió:
—No todos pueden con este camino; solamente aquellos que reciben tal don. Porque hay eunucos que así nacieron desde el seno de su madre, hay eunucos hechos eunucos por los hombres y hay eunucos que a sí mismos se hicieron eunucos por el reino de los cielos. El que pueda entender que lo entienda.

Palabra del Señor

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