jueves, 5 de noviembre de 2015

Yo soy el alfa y el omega



La venida de Cristo


Apocalipsis  22,6-21

El ángel me dijo: Estas palabras son verdaderas y dignas de fe. El Señor, el Dios que inspira a los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos lo que pronto va a suceder. ¡Vengo pronto! ¡Dichoso el que hace caso del mensaje profético escrito en este libro!


Yo, Juan, vi y oí estas cosas. Y después de verlas y oirlas, me arrodillé a los pies del ángel que me las había mostrado, para adorarlo. Pero él me dijo: ¡No hagas eso! Yo soy siervo de Dios, lo mismo que tú, que tus hermanos los profetas y que todos los que hacen caso de lo que está escrito en este libro. ¡Adora a Dios! También me dijo: No guardes en secreto el mensaje profético escrito en este libro, porque ya se acerca el tiempo de su cumplimiento. 

Deja que el malo siga en su maldad, y que el impuro siga en su impureza; pero que el bueno siga haciendo el bien, y que el hombre consagrado a Dios le siga siendo fiel. Sí, vengo pronto, y traigo el premio que voy a dar a cada uno según sus acciones.Yo soy el alfa y la omega, el primero y el último, el principio y el fin. Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y a entrar por las puertas de la ciudad. Fuera quedarán los pervertidos, los que practican la brujería, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los que adoran ídolos y todos los que aman el engaño y lo practican. Yo, Jesús he enviado mi ángel para declarar todo esto a las iglesias. Yo soy el retoño descendiente de David. Soy la estrella brillante de la mañana.


El Espíritu Santo y la esposa del Cordero dicen: ¡Ven!” Y el que escuche, diga: ¡Ven! Y el que tenga sed, y quiera, venga y tome gratis del agua de la vida. A todos los que escuchan el mensaje profético escrito en este libro, les advierto que si alguien añade algo al mensaje, Dios le añadirá a él las calamidades descritas en este libro; y si alguien quita algo del mensaje profético escrito en este libro, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa que en este libro se han descrito.

El que declara esto dice: Sí, vengo pronto. Amén. ¡Ven, Señor Jesús! Que el Señor Jesús derrame su gracia sobre todos.

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