Oración por el dominio propio
¡Ojalá tuviera yo un centinela en la boca
y un sello de discreción en los labios,
para que estos no me hagan caer
ni la lengua sea mi perdición!
¡Señor, Padre y dueño de mi vida,
no dejes que mi lengua me domine
o que por culpa suya caiga!
¡Ojalá castigara la sabiduría mi mente
y corrigiera mi entendimiento,
sin perdonar mis faltas
ni disimular mis pecados!
Para que mis errores no se multipliquen
ni aumenten mis pecados;
para que no quede humillado ante mis enemigos
ni ellos se rían de mí.
Señor, Padre y Dios de mi vida,
no me permitas ser altanero
y aparta de mí los malos deseos.
¡Que no me domine la gula o la pasión sexual!
¡No me entregues a deseos vergonzosos!
y un sello de discreción en los labios,
para que estos no me hagan caer
ni la lengua sea mi perdición!
¡Señor, Padre y dueño de mi vida,
no dejes que mi lengua me domine
o que por culpa suya caiga!
¡Ojalá castigara la sabiduría mi mente
y corrigiera mi entendimiento,
sin perdonar mis faltas
ni disimular mis pecados!
Para que mis errores no se multipliquen
ni aumenten mis pecados;
para que no quede humillado ante mis enemigos
ni ellos se rían de mí.
Señor, Padre y Dios de mi vida,
no me permitas ser altanero
y aparta de mí los malos deseos.
¡Que no me domine la gula o la pasión sexual!
¡No me entregues a deseos vergonzosos!
Eclesiástico 22,27 23, 1-6
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